BUSCANDO LA SOMBRA DE UN NARANJO

Queriendo hacer una crítica a la nula planificación de la arboleda en Sevilla y una denuncia a las negativas políticas verdes de esta ciudad inicio esta reflexión.

Comprendo que el naranjo es el árbol por antonomasia en Sevilla, comprendo que como su flor no hay ninguna, pero en la ciudad del caló hay más vida tras primavera y hay derecho a disfrutar de las calles en otros meses sin tener que parecer en el intento.

El naranjo es el árbol idóneo para calles estrechas, pequeñas, singulares, para lugares donde no se puede romper la línea visual del entorno....pero ¿también naranjos en las grandes avenidas, en los centros comerciales y en las calles del extraradio? A eso me niego.

 ¿Dónde están las políticas de árboles?

Vírgen de Luján presenta uno de los mejores ejemplos de la nula política de árboles en la ciudad.

 Propongo un proyecto de remodelación del arbolado actual en laz zonas que lo necesiten por árboles de sombra y gran porte. El platanus x hibrida o plátano de sombra es una de las mejores opciones para su uso en calles y avenidas, proporcionando una de las mejores sombras al peatón, como se puede comprobar en otras zonas de la ciudad. El schinus molle o falsa pimienta es otro de los árboles más apropiados para la cuidad pudiendo ver este ejemplo en la avenida de Eduardo Dato.

 Sin embargo,  en otras avenidas y calles como José Laguillo, Gonzalo Bilbao, Luis Montono, Luis de Morales, María Auxiliadora, San Francisco Javier... siguen con la ridícula política del naranjito (que Dios lo tenga confesao) ese que nos maravilla en el centro y que nos condena durante los meses de calor.

Ambientar las calles con sistemas de parterres es una de las mejores soluciones para dar estilo verde a las grandes avenidas de la ciudad.

El árbol tiene que ser el mayor aliado para el ciudadano, provocando una mayor comodidad y belleza al entorno y proporcionando una mayor comodidad al viandante. Muchos estudios afirman que en las ciudades mas verdes la gente es más feliz y se vive mejor. Todas las grandes ciudades europeas han afrontado políticas de árboles para mejorar las calles y embellezarlas por eso el árbol es un doble aliado.

El sistema de parterres y arboleda en Madrid puede ser un claro ejemplo de lo que necesita Sevilla. Las esquineras verdes, como se ve en la foto, puede ser una barata solución para mejorar los entornos en los cruces y calles a muy bajo costo para las arcas municipales y dotan a la zona de elegancia y estilo.