La Piel Sensible, uno de los grandes proyectos del saliente ayuntamiento, fue una de las remodelaciones más polémicas y señeras que se han realizado en el casco antiguo de Sevilla. Con este proyecto se intentó evitar la alteracion de la configuración del entorno de las plazas del Salvador, la Alfalfa, la Pescadería y el Pan. Dándo a este sector la categoría P se pretendió conservar los edificios y la distribución de calles para que no sufrieran variaciones futuras.
Parece asombroso que queriendo proteger el entorno de estos lugares de variaciones arquitectónicas y urbanas, este proyecto conllevó a la mayor transformación que se ha realizado y rompió con toda la armonía del casco antiguo. El pavimento de granito con placas metálicas, las farolas de aluminio tipo polígono industrial y los bancos de madera han provocado la mayor ruptura estética del entorno....y todo esto se supone que lo hicieron para preservar la zona histórica.
Desde el moviliario urbano utilizado hasta la solería y las farolas se ha convertido en el culmen del mal gusto y del estilo arquitectónico urbano. Rompiendo con todos los estilos, estas plazas y calles pudiendo convertir el entorno en un lugar de paseo, de disfrute y mejorar la belleza urbana, han consegido todo lo contrario. Las solerías, no apropiadas para este lugar de tránsito ya han sufrido daños y han tenido que ser asfaladas en muchos puntos, la zona de juego infantil, que no procedía en ese entorno, ha sufrido desperfectos y los parterres más que embellecer, debido al nulo cuidado se han convertido en lugares de basura y en terrenales...
Se que ahora es difícil proceder a cambiar el pavimento del suelo, aunque el idóneo es otro, pero no es tarde para realizar un cambio en el mobiliarios urbano.
Yo personalmente realizaría la remodelación del suelo como vemos en el ejemplo de la foto inferior, consistiría en alternar la solería normal con adoquines en la zona central del viario urbano. El tipo de alumbrado consistiría en farolas fernandinas de una sola cabeza (en ocasiones determinadas de tres), en bancos de madera de estilo clásico con un aire moderno y en unas papeleras que armonicen con el resto del mobiliario.
La importancia de unos parterres bajos, bien cuidado, que aporten frescor y amplitud a las plazas, siempre delimitando el espacio y teniendo en cuenta que durante la primavera multidud de cofradías procesionan por el entorno y atraen a miles de personas a esta zona de la ciudad. Por eso realizaría un estudio de la situación del alumbrado público para que moleste lo mínino durante el paso de cofradías, que no se transformen en obstáculos y que no produzcan un aumento de la contaminación lumínica.
Procediendo a una nueva redistribución del mobiliario de la zona y a la colocación de plantas de flor, se realizará el cambio que se merece este entorno tan querido por los sevillanos. A continuación expongo el mobiliario que personalmente utilizaría:
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